Siguiendo con nuestra sección de literatura y poesía, no podría faltar hacer una lista a la siguiente premio Novel, porque con semejante lista de veros y poemas de Gabriela Mistral cortos y para niños que te vamos a ofrecer en Frases.Top, nadie podría entender que se hubiera quedado sin ese galardón que reconociese semejante carrera. ¡Vamos a ver la lista!
Los Mejores Poemas de Gabriela Mistral
Gabriela Mistral es el seudónimo de Lucila Godoy Alcayaga, una poeta, pedagoga y diplomática chilena que ostenta el galardón de ser la primera mujer latinoamericana y la quinta mujer a nivel mundial en recibir el premio Novel de Literatura en 1945. Gabriela Mistral nació en una familia modesta en Vicuña, el 7 de abril de 1889 y trabajó como maestra en diferentes escuelas convirtiéndose en una importante defensora de la educación pública e incluso llegó a participar en la reforma del sistema educativo mexicano. Como poeta, destacó en Chile y en Latinoamérica, en su país natal es considerada una de las escritoras más relevantes de su literatura y entre sus obras más destacadas podemos mencionar Desolación, Tala y Lagar. En Frases.Top queremos darte a conocer algunos de los mejores poemas de Gabriela Mistral y por eso, te invitamos a disfrutarlos:
1 Besos
Es uno de los poemas más populares de Gabriela Mistral y uno de los mejores ejemplos de su poesía sencilla, pero llena de sentimientos. En estos versos podemos encontrarnos con las complicaciones que puede traer la atracción y las contradicciones que marcan el amor y las relaciones. A través de sus versos conocemos todos los significados que puede tener un beso, desde el más apasionado y verdadero de un amor prohibido, hasta el más toxico y violento de un amor celoso y mortal:
Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.
Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.
Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.
Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.
Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.
Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.
Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.
Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.
Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.
Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.
¿Te acuerdas del primero…? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenáronse de lágrimas tus ojos.
¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos… vibró un beso,
y qué viste después…? Sangre en mis labios.
Yo te enseñé a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.
2 Desolación
Este poema nace de la colonización selectiva de Chile a mediados del siglo XIX. El gobierno permitió la entrada de extranjeros católicos con educación secundaria, esto provocó la entrada en masa de alemanes que trataron de imponer su lengua y costumbres en las zonas que habitaron. Mistral protesta esta invasión con el siguiente poema, que nos habla de la destrucción del ambiente que ella tanto amaba, de la llegada de extranjeros que insisten en hablar solo su lengua y sembrar y cosechar solo sus frutos llevando a la perdida de la identidad chilena:
La bruma espesa, eterna, para que olvide dónde
me ha arrojado la mar en su ola de salmuera.
La tierra a la que vine no tiene primavera:
tiene su noche larga que cual madre me esconde.
El viento hace a mi casa su ronda de sollozos
y de alarido, y quiebra, como un cristal, mi grito.
Y en la llanura blanca, de horizonte infinito,
miro morir intensos ocasos dolorosos.
¿A quién podrá llamar la que hasta aquí ha venido
si más lejos que ella sólo fueron los muertos?
¡Tan sólo ellos contemplan un mar callado y yerto
crecer entre sus brazos y los brazos queridos!
Los barcos cuyas velas blanquean en el puerto
vienen de tierras donde no están los que no son míos;
sus hombres de ojos claros no conocen mis ríos
y traen frutos pálidos, sin la luz de mis huertos.
Y la interrogación que sube a mi garganta
al mirarlos pasar, me desciende, vencida:
hablan extrañas lenguas y no la conmovida
lengua que en tierras de oro mi pobre madre canta.
Miro bajar la nieve como el polvo en la huesa;
miro crecer la niebla como el agonizante,
y por no enloquecer no encuentro los instantes,
porque la noche larga ahora tan solo empieza.
Miro el llano extasiado y recojo su duelo,
que viene para ver los paisajes mortales.
La nieve es el semblante que asoma a mis cristales:
¡siempre será su albura bajando de los cielos!
Siempre ella, silenciosa, como la gran mirada
de Dios sobre mí; siempre su azahar sobre mi casa;
siempre, como el destino que ni mengua ni pasa,
descenderá a cubrirme, terrible y extasiada.
Mistral nació en Vicuña y debido a su fama y trascendencia, fue fundado en este lugar en el año 1957 un museo que lleva su nombre. Esta gran poetiza pasó su infancia en diferentes zonas del valle de Elqui, en la Región de Coquimbo, pero la mayor parte la vivió en la localidad de Montegrande, lugar que Gabriela consideraría como su ciudad natal, siempre se refería a él como su «amado pueblo» y fue su deseo que allí se le diera sepultura. Además de poeta de renombre, Mistral tuvo una vida muy movida, se desempeñó como cónsul y representante de Chile ante organismos internacionales en Europa y América. Sin embargo, siempre sería reconocida por la poesía, talento que le permitiría trascender en la historia del mundo y es por eso que desde Frases.Top la honramos con esta colección de los mejores poemas de Gabriela Mistral.
Poemas Cortos de Gabriela Mistral
La poesía de Gabriela Mistral destaca por su lenguaje sencillo, pero lleno de emociones apasionadas que siempre se encuentran en conflicto. En sus poemas encontraremos el amor como protagonista, un fuerte nacionalismo, la compasión y la visión de quienes han sido oprimidos. Su pluma conquistó corazones a lo largo y ancho del mundo y trascendió como parte indiscutible de la cultura latinoamericana. Mistral explicó alguna vez que descubrió el amor por la poesía gracias a unos poemas que escribió su padre, quien la abandonó cuando ella solo tenía tres años de edad. Si quieres leer algunos poemas cortos de Gabriela Mistral, Frases.Top tiene algunos de los mejores solo para ti:
3 Ausencia
Este poema nos habla de la separación de dos amantes. En sus versos vamos comprendiendo cómo evoluciona poco a poco la ausencia de la persona que amamos. En la primera parte nos encontramos con la ausencia física, como desaparecen los momentos compartidos, las conversaciones, luego, como instante a instante desaparecen las emociones para no quedar nada. Es un poema lleno de imágenes, de palabras con simbolismo que debemos de descubrir para entender la profundidad de los sentimientos y la historia expresada:
Se va de ti mi cuerpo gota a gota.
Se va mi cara en un óleo sordo;
se van mis manos en azogue suelto;
se van mis pies en dos tiempos de polvo.
¡Se te va todo, se nos va todo!
Se va mi voz, que te hacía campana
cerrada a cuanto no somos nosotros.
Se van mis gestos que se devanaban,
en lanzaderas, debajo tus ojos.
Y se te va la mirada que entrega,
cuando te mira, el enebro y el olmo.
Me voy de ti con tus mismos alientos:
como humedad de tu cuerpo evaporo.
Me voy de ti con vigilia y con sueño,
y en tu recuerdo más fiel ya me borro.
Y en tu memoria me vuelvo como esos
que no nacieron ni en llanos ni en sotos.
Sangre sería y me fuese en las palmas
de tu labor, y en tu boca de mosto.
Tu entraña fuese, y sería quemada
en marchas tuyas que nunca más oigo,
¡y en tu pasión que retumba en la noche
como demencia de mares solos!
¡Se nos va todo, se nos va todo!
4 Amo Amor
En este poema nos encontramos de lleno con la fuerza y el poder del amor, de ese sentimiento que, no importa si deseamos escapar de él, simplemente llega a nosotros y nos obliga a escucharlo, a hospedarlo en lo profundo de nuestro corazón, incluso si duele. No importa si no crees en él, en algún momento deberás hacerlo, porque así es el amor, imbatible, poderoso, llega a tu vida y arrasa con todo:
Anda libre en el surco, bate el ala en el viento,
late vivo en el sol y se prende al pinar.
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:
¡lo tendrás que escuchar!
Habla lengua de bronce y habla lengua de ave,
ruegos tímidos, imperativos de amar.
No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave:
¡lo tendrás que hospedar!
Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas.
Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar.
No te vale decirle que albergarlo rehúsas:
¡lo tendrás que hospedar!
Tiene argucias sutiles en la réplica fina,
argumentos de sabio, pero en voz de mujer.
Ciencia humana te salva, menos ciencia divina:
¡le tendrás que creer!
Te echa venda de lino; tú la venda toleras;
te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir.
Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras
¡que eso para en morir!
Desde Frases.Top esperamos que estos poemas de Gabriela Mistral cortos sean de tu agrado y te inviten a disfrutar de sus muchas obras. Recuerda que para disfrutar de un poema en profundidad debes de conocer a su autor y qué vivencias atravesaba durante la escritura de su obra. En el caso de Gabriela Mistral, muchos de sus poemas de amor parecen inspirados en sus muchas experiencias amorosas, las cuales, no terminaban del todo bien para esta artista que aun hoy, vive en los corazones de todos aquellos lectores que disfrutan de sus poemas y la magia que estos tienen para transmitir las más hermosas emociones.
Poemas para Niños de Gabriela Mistral
Gabriela Mistral dedicó muchos años de su vida a la educación de los niños, tal fue su trabajo y esfuerzo que fue reconocida internacionalmente por ello e incluso el gobierno de México le solicitó ayuda para establecer una reformar en su sistema de educación pública, reforma que aún hoy se mantiene vigente con algunos cambios. Lo más curioso de todo es que Mistral logró todo esto sin estudio profesional alguno en esta área, aspecto que le ganó la envidia de más de un colega que había acudido a la facultad. Esta habilidad única para enseñar a niños y jóvenes y su nivel intelectual fueron reconocidos y fue lo que le permitió ostentar un título de educadora, el cual le permitió llevar el conocimiento a través de todo Chile y América Latina, especialmente a niños, obreros y campesinos. Esta conexión única con los más pequeños se refleja en estos poemas para niños de Gabriela Mistral que Frases.Top trae para ti:
5 El Mar
Hermoso poema para niños que nos relata la historia de un chico que ve por primera vez el mar y se siente asombrado y aterrado a partes iguales por su tamaño y el poder de su naturaleza. Tal y reza la primera estrofa, es imposible aprender algo sobre el mar si no lo has visto alguna vez, el niño asombrado no para de comentar sus impresiones, pero Gabriela con ternura lo invita a disfrutar de la magia que esconde el susurro del oleaje:
-Mentaste, Gabriela, el Mar
que no se aprende sin verlo
y esto de no saber de él
y oírmelo sólo en cuento,
esto, mama, ya duraba
no sé contar cuánto tiempo.
Y así de golpe y porrazo,
él, en brujo marrullero,
cuando ya ni hablábamos de él,
apareció en loco suelto.
Y ahora va a ser el único:
Ni viñas ni olor de pueblos,
ni huertas ni araucarias,
sólo el gran aventurero.
Déjame, mama, tenderme,
para, para, que estoy viéndolo.
¡Qué cosa bruja, la mama!
y hace señas entendiendo.
Nada como ése yo he visto.
Para, mama, te lo ruego.
¿Por qué nada me dijiste
ni dices? Ay, dime, ¿es cuento?
-Nadie nos llamó de tierra
adentro: sólo éste llama.
-¡Qué de alboroto y de gritos
que haces volar las bandadas!
Calla, quédate, quedemos,
échate en la arena, mama.
Yo no te voy a estropear
la fiesta, pero oye y calla.
¡Ay, qué feo que era el polvo,
y la duna qué agraciada!
-Échate y calla, chiquito,
míralo sin dar palabra.
Óyele él habla bajito,
casi casi cuchicheo.
-Pero, ¿qué tiene, ay, qué tiene
que da gusto y que da miedo?
Dan ganas de palmotearlo
braceando de aguas adentro
y apenas abro mis brazos
me escupe la ola en el pecho.
Es porque el pícaro sabe
que yo nunca fui costero.
O es que los escupe a todos
y es Demonio. Dilo luego.
Ay, mama, no lo vi nunca
y, aunque me está dando miedo,
ahora de oírlo y verlo,
me dan ganas de quedarme
con él, a pesar del miedo,
con él, nada más, con él,
ni con gentes ni con pueblos.
Ay, no te vayas ahora,
mama, que con él no puedo.
Antes que llegue, ya escupe
con sus huiros el soberbio.
-Primero, óyelo cantar
y no te cuentes el tiempo.
Déjalo así, que él se diga
y se diga como un cuento.
Él es tantas cosas que
ataranta a niño y viejo.
Hasta es la canción de cuna
mejor que a los niños duerme.
Pero yo no me la tuve,
tú tampoco, mi pequeño.
Míralo, óyelo y verás:
sigue contando su cuento.
6 Dame la Mano de Gabriela Mistral
Estos versos infantiles se encuentran en el libro Ternura, el segundo poemario de Gabriela Mistral escrito especialmente para educar y entretener a los niños. Con palabras muy directas y sencillas este poema nos invita a dejar de lado cualquier diferencia y conflicto y permitir que el amor fraternal nos permita disfrutar una vida llena de libertad e igualdad:
Dame la mano
Dame la mano y danzaremos;
dame la mano y me amarás.
Como una sola flor seremos,
como una flor, y nada más…
El mismo verso cantaremos,
al mismo paso bailarás.
Como una espiga ondularemos,
como una espiga, y nada más.
Te llamas Rosa y yo Esperanza;
pero tu nombre olvidarás,
porque seremos una danza
en la colina y nada más…
De seguro te preguntas cómo es que Gabriela Mistral logró tanto sin realizar estudios formales, lo cierto es que empezó su carrera docente en 1904 como ayudante docente en la Escuela de la Compañía Baja a la par que escribía para el diario serenense El Coquimbo y para La Voz de Elqui, de Vicuña sobre las dificultades económicas de las clases bajas y la necesidad de establecer una educación básica obligatoria. Con el paso de los años continuó enseñando, pero no pudo estudiar porque carecía del dinero para ello, lejos de dejarse vencer, Mistral decidió convalidar sus conocimientos ante la Escuela Normal № 1 de Santiago y obtuvo el título de «profesora de Estado», título que le permitía enseñar a nivel secundario sin haber acudido al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Este contacto con los niños y la docencia nos lleva hoy en día a disfrutar de los poemas de Gabriela Mistral para niños que Frases.Top trajo para ti.
Poesía de Gabriela Mistral
La vida de Gabriela Mistral estuvo marcada por el desamor, la tragedia (el suicidio de su sobrino, a quien había adoptado y criaba con su amiga y confidente Palma Guillén) y la soledad hasta casi los últimos años de su vida. Viajó por todo el mundo, primero realizó una gira por USA y Europa para luego regresar a Chile, donde encontró que su situación política era precaria y peligrosa para ella por lo que decidió continuar con sus viajes actuando como cónsul y ayudando en la educación y política de otros países para finalmente buscar asentarse en Estados Unidos. Mistral había comprado una casa en California con el dinero que había recibido al ganar el Premio Nobel de la literatura en 1945, en este lugar escribe Lagar I, un poemario marcado por las terribles vivencias de la Segunda Guerra Mundial. La poesía de Gabriela Mistral revela mucho sobre su vida y sentimientos y es por eso que desde Frases.Top te invitamos de todo corazón a disfrutar de sus versos:
7 Otoño
Poema que nos habla sobre la muerte y como la percibe Gabriela Mistral, como un otoño que llega a su vida y la cubre con hojas muertas, nieve y cansancio. Es un poema lleno de imágenes y sentimientos que permite al lector evocar a la perfección la imagen de Gabriela tendida a los pies de un árbol, esperando paciente y desamparada, la muerte que no tardará en llegar:
A esta alameda muriente
he traído mi cansancio,
y estoy ya no sé qué tiempo
tendida bajo los álamos,
que van cubriendo mi pecho
de su oro divino y tardo.
Sin un ímpetu la tarde
se apagó tras de los álamos.
Por mi corazón mendigo
ella no se ha ensangrentado.
Y el amor al que tendí,
para salvarme, los brazos,
se está muriendo en mi alma
como arrebol desflocado.
Y no llevaba más que este
manojito atribulado
de ternura, entre mis carnes
como un infante, temblando,
¡Ahora se me va perdiendo
como un agua entre los álamos;
pero es otoño, y no agito,
para salvarlo, mis brazos!
En mis sienes la hojarasca
exhala un perfume manso.
Tal vez morir sólo sea
ir con asombro marchando
entre un rumor de hojas secas
y por un parque extasiado.
Aunque va a llegar la noche,
y estoy sola, y ha blanqueado
el suelo un azahar de escarcha,
para regresar no me alzo,
ni hago lecho, entre las hojas,
ni acierto a dar, sollozando,
un inmenso Padre Nuestro
por mi inmenso desamparo.
Desde Frases.Top esperamos que la poesía de Gabriela Mistral haya sido de tu agrado y que esta sencilla muestra de sus versos te invite a buscar muchas otras obras de esta gran poetiza chilena. Sobre el final de su vida podemos comentar que en el año 1946 Mistral conoce a Doris Dana, una escritora estadounidense con la cual formó una relación por correspondencia llena de palabras románticas y confesiones en las cuales a veces se refería a si misma con términos masculinos. Tan intensa y unida fue esta relación que Mistral se muda a Long Island, cuyo clima le desagradaba, para vivir junto a Doris los últimos años de su vida. Doris, se convirtió en la albacea oficial de Mistral, registró cuidadosamente cada conversación que tenía con la poeta, conservó 250 cartas y varios miles de ensayos literarios y la acompañó a su último viaje a Chile, en el cual Mistral recibió el doctorado honoris causa de la Universidad de Chile y sería honrada por el presidente Ibáñez. Gabriela Mistral falleció en Nueva York en el año 1957 a causa de un cáncer de páncreas y Doris se negó a compartir los documentos de Mistral hasta que fuera reconocida como lo merecía. Después de la muerte de Doris, su sobrina, Doris Atkinson, tomaría la resolución de donar los textos a Chile en noviembre de 2006.
Y finalizando ya con esta lista de poemas de Gabriela Mistral de Frases.Top, no queremos despedirnos sin animarte a ver toda la lista de poesía corta de Frases.Top. También recuerda seguirnos y compartir este post de Mistral en tus redes sociales. ¡Hasta pronto!

Apasionado por la escritura, antes de estar en Frases.Top he ejercido como psicólogo y logopeda especialista en terapia de lenguaje de niños. Si quieres saber más sobre mí, te invito ver mi perfil de Linkedin. También puedes ver mi libro de Frases para Triunfar en la Vida disponible en Amazon.
